Palpitaciones
Mensajes principales
- Los niños pueden percibir de manera molesta el latir del corazón (palpitaciones) y expresarlo de manera variada.
- Las arritmias cardiacas pueden sentirse en niños como palpitaciones. En otras ocasiones, el pediatra puede detectar alguna anomalía cuando evalúa a un niño/a por otro motivo.
- Si bien muchas arritmias cardiacas infantiles son benignas, es preciso un estudio cardiológico preciso, con ECG; para poder diagnosticarlas y ofrecer el tratamiento adecuado.
¿Qué son las palpitaciones?
Las palpitaciones son sensaciones subjetivas que el niño/a experimenta de su propio latido cardiaco. Suelen describirse de manera variada, de acuerdo con su madurez: desde pinchazos o “vuelcos” o sensación de que el corazón va deprisa de manera continuada (sobre todo, de manera no proporcionada a la situación, sin relación con actividad o con emociones) a molestias vagas o incluso referidas como dolor en el pecho.
En ocasiones es el pediatra el que percibe una alteración del ritmo de los latidos cardiacos, sin que el niño por sí mismo note nada. También ocurre que los padres perciban que el corazón de sus hijos, sobre todo en las menores edades, va “muy deprisa” y que manifiesten dudas al respecto.
¿Por qué derivar a un niño/a con palpitaciones a cardiología infantil?
En la edad infantil pueden aparecer arritmias cardiacas que, si bien mayoritariamente son benignas y no se acompañan de otros problemas cardiacos, se benefician de un tratamiento específico. Estas arritmias pueden afectar la calidad de vida de los niños afectados, y el sospecharlas e identificarlas por el especialista permite abordar su resolución. También existen casos en los que la presencia de una arritmia anticipa o pone sobre la pista de otro problema cardiaco, y su detección temprana facilita adoptar medidas de prevención o modificación del estilo de vida y la actividad.

¿Qué pruebas se van a hacer?
La prueba principal es el electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica del corazón. Muchas veces en consulta se puede obtener información que ya oriente el diagnóstico. Otras veces puede ser preciso el obtener registros de ECG de manera ambulatoria, tanto con dispositivos de monitorización continua (Holter ECG) durante uno o dos días, o, más recientemente, de manera intermitente, con sistemas que pueden enviar su información a través de teléfonos inteligentes. El estudio en consulta puede completarse con una ecocardiografía.