Síncopes y Mareos
Mensajes principales
- Una pérdida de conocimiento (síncope) en un niño debe estudiarse adecuadamente para que no queden sin diagnosticarse enfermedades cardiacas muy relevantes
- Aunque muchos casos tienen una presentación típica y son en general de buena evolución, el estudio cardiológico puede aclara aquellos otros donde se puede plantear la presencia de una arritmia o de una enfermedad del músculo cardiaco.
¿Qué es un síncope?
Un síncope es la pérdida transitoria de la consciencia. Popularmente el suceso puede denominarse de otras formas, como desvanecimiento, vahído, mareos… En todos los casos, hay una pérdida de la posición (tono postural) y suele producirse una caída, si no se ha anticipado la situación; es habitual experimentar alteraciones visuales inmediatamente antes, y en algunos casos, malestar expresado como dolor abdominal, náuseas.… Además del propio paciente, los testigos de lo sucedido aportan posteriormente información muy relevante para decidir si el síncope se debe a una causa potencialmente grave, fundamentalmente de origen cardiaco. Los síncopes de origen cardiaco no son los más frecuentes en niños, pero por su especial transcendencia son los que deben descartarse.
¿Por qué derivar a un niño/a con síncope a cardiología infantil?
Los pediatras están familiarizados con los síncopes más habituales que ocurren en niños (vasovagales, neurocardiogénicos), que, aunque en ocasiones limitantes si se experimentan con frecuencia, suelen evolucionar de manera favorable. No obstante, la forma de producirse (sobre todo durante un esfuerzo) o algún hallazgo en la exploración, las pruebas hechas posteriormente (ECG) o la familia pueden hacer pensar que el estudio cardiológico contribuirá a aclarar si hay otra enfermedad detrás. Detectar de manera adecuada enfermedades cardiacas que producen síncope es de claro beneficio para el niño sintomático.

¿Qué pruebas se van a hacer?
La prueba principal es el electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica del corazón. Muchas veces en consulta se puede obtener información que ya oriente el diagnóstico. Otras veces puede ser preciso el obtener registros de ECG de manera ambulatoria, tanto con dispositivos de monitorización continua durante uno o dos días, o, más recientemente, de manera intermitente, con sistemas que pueden enviar su información a través de teléfonos inteligentes.
El estudio en consulta se completa con una ecocardiografía. Si a partir de la información obtenida, se sospecha o hay datos suficientes de enfermedad, el médico puede solicitar otra batería de pruebas como una ergometría, una resonancia magnética, el estudio genético o de otros miembros de la familia…